El Observatorio de Libertad de Expresión del Informe del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), lanzó en los últimos días un relevamiento que arrojó que el 40 por ciento de los ataques a la prensa provienen del Ejecutivo Nacional. Al respecto, la presidenta de esta asociación civil Paula Moreno, explicó cómo se realizó el estudio y por qué es tan grave.
Según el estudio realizado por FOPEA, en el tiempo que lleva la gestión nacional, 4 de cada 10 agresiones a la prensa tuvieron como protagonistas al presidente Javier Milei o a sus ministros. De este modo, el relevamiento mostró la dinámica de la relación entre el nuevo jefe de Estado y la prensa: Milei descalifica, insulta, acusa y agrede verbalmente con asiduidad a periodistas y medios en sus discursos o en las entrevistas que brinda.
En esta línea, explicó que les resultó llamativo el gran número de situaciones en que “toman al periodismo y a los periodistas como blanco”. En su estudio mostraron el conjunto, la totalidad de hechos a los que le sumaron datos para reflejar “una situación que hay que mirar y corregir”.
Explicó que es relevante cómo es el propio Jefe de Estado quien utiliza sus cuentas en las redes sociales para multiplicar mensajes que descalifican a periodistas, en varios casos desde cuentas no verificadas que atacan de forma directa la credibilidad de las y los periodistas, lo que, en definitiva, genera desinformación en la ciudadanía.
En detalle, el Monitoreo de FOPEA muestra que entre el 10 de diciembre y este martes 19 de marzo se registraron 37 casos de ataques a la prensa, de los cuales 15 tuvieron como sujeto agresor al Poder Ejecutivo Nacional. El análisis precisa también que ocho de esos 15 episodios fueron protagonizados por el propio Presidente de la Nación y dos por su vocero, Manuel Adorni.
En cinco casos los responsables fueron sus ministros y/o equipos. Dos de ellos se dieron durante el armado del acto de asunción, y otros tres vinculados a los hechos de represión en las calles el 1 de febrero y 18 de marzo. En cuanto al tipo de agresiones vinculadas al poder central, 10 se encuadran como “discurso estigmatizante” por parte de funcionarios públicos, en tanto que se vivieron dos situaciones de restricciones al acceso a la información pública y tres ataques contra la integridad de colegas, derivadas de protestas y situaciones de violencia en la vía pública.
La periodista sí reconoce que el periodismo “está sujeto a la crítica”, pero nunca desde un tono agresivo y descalificante como el que utiliza el gobierno. En esta línea, consideró que se genera una asimetría, porque el periodista es un ciudadano común y esto resulta difícil de contrarrestar. “Miremos qué está pasando, qué hay que corregir, porque necesitamos convivencia y diálogo en un país con mucho dolor”, afirmó Moreno.