Si el Ejecutivo pone en marcha la actualización pendiente, el litro de nafta subiría 20% promedio en CABA.
El Gobierno analiza si aplica el cronograma de actualización de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que se traslada directo al precio del litro de nafta y gasoil. Si no media una suspensión de último momento, como ocurrió en mayo, el 1° de junio las pizarras de las estaciones de servicios reflejarán los nuevos valores.
Asó, si el Ejecutivo avanza en la suba pendiente en el gravamen sobre los combustibles líquidos, habrá traslado directo a los surtidores de las estaciones de servicio de las distintas petroleras.
A través del decreto 107, la Secretaría de Energía fijó un cronograma de actualización de impuestos que habían sido postergados desde julio de 2021 durante la gestión anterior. Los aumentos se aplicaron en febrero, marzo y abril. Sin embargo, el último ajuste previsto para mayo se suspendió y quedó para principios de junio.
Por otro lado, Lego subrayó que los valores del diésel premium “se ajustará por separado y eso lo debe determinar el Gobierno”. En lo que va de 2024, los precios de las naftas y el gasoil acumulan un alza de 57% promedio.
Con la nueva actualización en los impuestos al combustible prevista por el Ejecutivo, el litro de nafta subiría 20% promedio en la Ciudad de Buenos Aires. Resta conocer de cuánto será el incremento que aplicarán las petroleras en los valores de venta en los surtidores.