Este jueves 27 de marzo se conmemorarán cinco años de la histórica oración universal liderada por el papa Francisco durante la pandemia de covid-19, una imagen que se convirtió, sin dudas, en una de las más fuertes y representativas de aquella etapa de aislamiento social.

Algunas de las palabras de Francisco en esa memorable noche de marzo: "Con la tempestad, se cayó el maquillaje de esos estereotipos con los que disfrazábamos nuestros egos siempre pretenciosos de querer aparentar; y dejó al descubierto, una vez más, esa (bendita) pertenencia común de la que no podemos ni queremos evadirnos; esa pertenencia de hermanos", sostuvo el sumo pontífice en aquella ocasión.

El viernes 27 de marzo de 2020, en un mundo sumido en la incertidumbre y el miedo, el papa Francisco se presentó solo en la Plaza de San Pedro vacía, bajo la lluvia, para ofrecer una bendición Urbi et Orbi. Ese momento, más allá de ser un acto litúrgico, se convirtió en un símbolo de unidad, fortaleza y fe en medio de la crisis global, resonando en los corazones de millones de personas.

Cinco años después, a pesar de los desafíos de salud que enfrenta, la figura de Francisco sigue siendo un referente de liderazgo en la Iglesia Católica y en el ámbito global, manteniendo su llamado a la fraternidad, la solidaridad, la paz y la justicia social.