Un informe de la OIT y la CEPAL advierte que la mayoría de los jóvenes en Argentina está fuera del empleo formal, con especial impacto en construcción y trabajo doméstico.
Un panorama alarmante se desprende del reciente informe elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en conjunto con la CEPAL: más del 60% de los hombres y el 70% de las mujeres jóvenes en Argentina trabajan en condiciones de informalidad.
Basados en datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, el estudio revela que la falta de empleo registrado entre los jóvenes no solo los excluye de sistemas de protección social, sino que también obstaculiza sus osibilidades de crecimiento profesional y personal.
Los sectores más afectados por esta problemática son la construcción y el trabajo doméstico, donde la informalidad alcanza niveles de hasta el 78%. "La informalidad laboral es un problema estructural en el país, pero cuando miramos a los jóvenes, el panorama es aún más preocupante", remarcó Bárbara Perrot, especialista en empleo y desarrollo productivo de la OIT en Argentina.
Según la especialista, esta situación deja a miles de jóvenes fuera del acceso a jubilaciones, licencias por maternidad o enfermedad, entre otros beneficios básicos.
Trabajo informal: cuáles son los sectores más afectados
El estudio señala que entre los hombres jóvenes la informalidad se concentra en sectores como comercio, construcción e industria, mientras que en las mujeres prevalece en comercio, administración pública, enseñanza y empleo en casas particulares. La realidad es especialmente cruda en los rubros de construcción y trabajo doméstico, donde más de tres cuartas partes de los trabajadores no cuentan con un contrato formal.
Este tema será uno de los ejes principales en el VIII Seminario sobre Economía Informal de la OIT Argentina, que se celebrará el 23 de abril en la Biblioteca Nacional bajo el lema "Formalicemos: desafíos del trabajo decente para jóvenes y sectores clave en Argentina".
Perrot también advirtió sobre el impacto de las nuevas tecnologías en el mercado laboral juvenil. “Las transformaciones impulsadas por la inteligencia artificial representan riesgos, pero también abren nuevas oportunidades. Es fundamental diseñar políticas inclusivas que acompañen estos cambios y reduzcan las brechas existentes", concluyó.