El gobierno fijó el sueldo básico para trabajadores registrados: pasó de $ 296.832 en marzo a $ 302.600 en abril, un incremento de $ 5.768.
Un nuevo informe del Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (Cesyac) reveló un dato alarmante: dos salarios mínimos sólo cubren ocho días de gastos básicos de una familia en la Ciudad de Buenos Aires. La información fue confirmada por Fernando Barrera, director del organismo.
Según el análisis, el Salario Mínimo Vital y Móvil -que el Gobierno fijó en $ 302.000- perdió casi un 50% de su capacidad de compra en apenas un año, pasando de cubrir 13 días de consumo básico en 2023 a apenas 8 en la actualidad. "Es una caída estrepitosa del poder adquisitivo, sobre todo en los sectores medios", lamentó Barrera.
El informe pone en evidencia una creciente desconexión entre los ingresos formales y el costo real de vida, en un contexto de aceleración inflacionaria y congelamiento de paritarias mínimas. "El Gobierno se niega a convocar a una mesa de discusión real sobre el salario mínimo y directamente lo impone por decreto. Esto tiene consecuencias gravísimas: afecta a los convenios colectivos, a las asignaciones familiares y refuerza la pobreza entre trabajadores registrados", explicó.
Barrera también remarcó que el 28,7% de los trabajadores formales ocupados están por debajo de la línea de pobreza, y en algunas actividades ese número se eleva al 50%. "Estamos hablando de gente con empleo, con recibo de sueldo, que no puede sostener una canasta básica. Es la institucionalización de la miseria", sentenció.
El dato se vuelve más crítico si se considera que el salario mínimo es referencia para múltiples parámetros económicos y sociales. Su estancamiento impacta directamente sobre millones de personas que dependen de ese indicador para sostener su nivel de vida.
La advertencia es clara: la política salarial actual está empujando a trabajadores formales al empobrecimiento estructural, mientras se erosiona cualquier posibilidad de recuperación del consumo y la calidad de vida