En Argentina el 55% de las donaciones provienen de personas voluntarias. El llamado de atención de los expertos para que sea un acto habitual y comprometido
14 Jun, 2025 02:00 a.m. AR
GuardarLa sangre no solo es vital en emergencias, también es esencial para pacientes con enfermedades oncohematológicas, personas trasplantadas, embarazadas con complicaciones, y niños con inmunodeficiencias REUTERS/Eric Gaillard/File Photo/File Photo
Cada 14 de junio, el mundo conmemora el Día Mundial del Donante de Sangre, una fecha impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reconocer a quienes, mediante un acto anónimo y voluntario, contribuyen a salvar vidas.
En Argentina, este día adquiere una relevancia especial en un contexto donde solo el 55% de las donaciones provienen de personas voluntarias y habituales, mientras que el resto se realiza por reposición. Los expertos sostienen que, en un país donde cada tres minutos un paciente necesita una transfusión, es de vital importancia motivar a personas sanas a convertirse en donantes habituales.
Donar sin esperar a conocer al destinatario
El llamado de la OMS es claro: avanzar hacia un sistema 100% basado en donaciones voluntarias y no remuneradas, y dejar atrás el modelo de reposición. El lema de este año resume ese espíritu: “Doná sangre, da esperanza: juntos salvamos vidas”.
En 2023, En Argentina realizó más de 1,4 millones de transfusiones por año, y cada unidad de sangre puede beneficiar hasta tres o cuatro personas, lo que subraya el impacto de una sola donación en la comunidad (Imagen Ilustrativa Infobae)
La doctora Miriam María Méndez, Jefa del Servicio de Hemoterapia del Hospital Alemán, señaló: “Donar sangre es un gesto profundamente humano. En el Hospital Alemán promovemos desde hace años la donación voluntaria, segura y habitual, como parte de nuestro compromiso con la salud. Gracias a miles de donantes, a diario podemos asistir a quienes más lo necesitan, con sangre disponible en el momento justo”.
Según señalaron, en Argentina se realizan más de 1,4 millones de transfusiones por año, y cada unidad de sangre puede contribuir al bienestar y la salud de hasta tres o cuatro personas.
Además, la sangre es esencial no solo en emergencias: también lo es para pacientes con enfermedades oncohematológicas, personas trasplantadas, embarazadas con complicaciones, niños con inmunodeficiencias o víctimas de accidentes.A nivel mundial, alrededor de 120 millones de unidades de sangre son donadas anualmente, pero casi la mitad proviene de países de altos ingresos, lo que evidencia la desigualdad global en el acceso a sangre segura (Imagen Ilustrativa Infobae)
Un compromiso comunitario para garantizar el acceso universal
Durante la pandemia, muchos países experimentaron una caída del 30 al 50% en las donaciones, lo que evidenció la urgencia de contar con un sistema sólido de donantes regulares. A nivel mundial, se donan alrededor de 120 millones de unidades de sangre al año, pero casi la mitad proviene de países de altos ingresos, que solo concentran el 16% de la población mundial.
Esta desigualdad ha motivado a la OMS a reforzar la necesidad de sistemas inclusivos, con donaciones voluntarias y no remuneradas como eje central de la cobertura sanitaria universal.
“Al ser la salud un derecho humano, se debe tener acceso a transfusiones de sangre seguras, cuándo y dónde se la necesite”, indicaron desde el Hospital Alemán, enfatizando que esto requiere no solo un compromiso estatal sino también el involucramiento de toda la comunidad.