El Poder Ejecutivo y sus operadores en la Cámara de Diputados redoblaron en las últimas horas la presión sobre los gobernadores para que sus diputados no den quorum a la sesión especial convocada para mañana, o al menos para que no voten a favor del rechazo al DNU 846 por el que el Gobierno se autofacultó a canjear deuda sin pasar por el Congreso.
Si bien no la estrategia no es explícita, el Gobierno utiliza la amenaza de retirar el proyecto de Presupuesto como instrumento de chantaje para quebrar la voluntad de los mandatarios provinciales.
El mensaje es claro: si no ayudan a boicotear la sesión, el Gobierno no aceptará ningún pedido de los gobernadores para modificar el Presupuesto, y no habrá partidas extra para ninguna provincia.
Y en caso de que la oposición dialoguista no se arrodille incondicionalmente ante el proyecto del Poder Ejecutivo, el oficialismo podría pisar el tratamiento y no sancionar ningún presupuesto este año, sabiendo que en última instancia gozará del derecho a disponer discrecionalmente de los recursos del Estado.
Fueron señales inquietantes para la oposición, especialmente la "dialoguista", que quiere votar un presupuesto acorde para ponerle un corset al Gobierno en el manejo de los gastos para el año que viene. Para la oposición intransigente de Unión por la Patria y el Frente de Izquierda, no cambia demasiado el panorama ya que votarán en contra de cualquier versión del Presupuesto que presente el oficialismo.
En el bloque de la UCR, que quedó reducido a 20 integrantes tras el éxodo de 13 miembros, reina la confusión más absoluta.
Está más que claro que los cinco radicales "con peluca" que se mimetizaron con el oficialismo hace meses volverán a atrincherarse en ese bando. En cuanto al resto, son más dudas que certezas. Es muy probable que un grupo de moderados encabezados por Julio Cobos, y que también integran Fabio Quetglas y el monobloquista Mario Barletta den quorum y después voten con la oposición.
El mayor temor que tiene el oficialismo en relación a la sesión pedida por Encuentro Federal, Unión por la Patria, los radicales sin peluca de Democracia para Siempre y el santacruceño Sergio Acevedo, se relaciona a la embestida opositora contra el decreto 846.
En el caso de un rechazo de ambas cámaras, el presidente Javier Milei no tendrá la capacidad de ejercer el veto, y su ministro de Economía, Luis Caputo, perderá margen de maniobra a la hora de tomar deuda para el pago de vencimientos.
Con un pronunciamiento de Diputados en contra del DNU, el presidente del interbloque de Unión por la Patria en el Senado, José Mayans, pedirá una sesión para la semana próxima en el pleno de la Cámara Alta, donde la oposición pisa más fuerte. Sería un golpe letal para el Gobierno.